Algunos consejos para introducir el dibujo de concepto en las presentaciones y eventos de nuestras empresas. Para poder desarrollar una sesión de concept draw de un modo eficaz, hay que analizar la composición de lugar al detalle. Para ello hay que hacerse una serie de preguntas. Cuanto aforo tiene la presentación, cuantas personas intervienen, que roles van a jugar cada uno de los integrantes. Estos detalles son los que van a marcar un punto de partida de éxito o de fracaso. Incluso si la calidad de los ponentes no es optima, una buena infraestructura y preparación pueden salvar del suspenso al evento.
Un claro análisis del reparto de papeles o roles de los integrantes nos ayudará a ver las necesidades a cubrir.
Por un lado estará el/los ponentes, ¿Cuántos son? ¿Cómo se van a sentar?, ¿es una conferencia con un claro protagonista?, aporta este su material audiovisual, slides, vídeos… suele ser así. ¿Es una mesa redonda en la que se entablará un diálogo? Hay un claro moderador. El moderador es fundamental dado que puede estar de varias formas, sentado, de pié, en el centro del escenario… ¿hay un escenario?...
Además de los intervinientes o ponentes, hay un equipo que está al tanto de todo lo audiovisual. Conexiones web, instalación de redes wifi para los ponentes, para el público? Micrófonos, auriculares, traducción simultánea…todo es previsible y ha de estar bien preparado. Los medios son lo mínimo que puede pedir a cualquier organización que pretenda hacer algo presentable. No son muchos pero son imprescindibles. En caso de no tener los medios adecuados, no caer en el “quiero y no puedo”. Reduce expectativas y valora tus fortalezas. Puedes hacer cualquier presentación pero con una cosa clara:
Menos medios disponibles = más creatividad para captar atención y foco
En este punto tú dibujante o graphic facilitatior es clave. De algo tan manual se puede obtener un resultado conciso, catalizador y sobre todo “viralizable”. El aspecto del Foco, es fundamental. Hay que tener en cuenta que las acciones simultáneas precisan de una jerarquía para que se complementen y no se pisen unas a otras. Un genio de la relación entre lo comunicado oral y visualmente es José Ramón Sánchez que ya en los 80, con un producto tan sencillo cómo asombroso, dibujaba en directo las historias que contaba (Dabadabadá). Un genio y padre referente, en todo esto sin duda.
Volviendo al análisis previo de la preparación, piensa en esa jerarquía de medios. Primero el /los ponentes y moderador, el dibujante en segundo plano. Que se sepa que este trabaja simultáneamente, pero que no cobre excesivo protagonismo, lo tendrá más tarde. En el caso de una sala muy amplia, facilita la emisión de lo dibujado en una pantalla, de este modo puedes dar apoyo a más espectadores.
De todo el material mencionado antes, el dibujante es el medio más barato, el más fácil de conseguir y uno de los que más rentan desde un punto de vista de reputación y calidad. Si introduces arte en cualquier proyecto, lo elevas a una cota especial, le das una personalidad y lo haces único. Además en sesiones de trabajo por grupos puede ser participativo, pero ese caso lo veremos en post posteriores.
Cada dibujante es un mundo y por ello siempre es bueno tener un lenguaje visual con cierta firma de la casa. Por ejemplo nos podemos fijar en las campañas de “Red Bull” con sus dibujos tan característicos desde hace varios años. Si ves esos dibujos, ya sabes que son de la marca de bebida energética.
Los materiales necesarios no son más complicados que un puñado de rotuladores de diferentes tipos, y un soporte.
Los rotuladores de un grosor medio, uno que emplee para los textos y perfiles, y otros de varios colores para realzar y colorear. Personalmente los mejores los UniPOSCA, son de una calidad excelente por su densidad y tinta. Con ellos se dibuja y pinta con un trazo muy definido. Se pueden encontrar en trazo grueso biselado y trazo medio. Su precio ronda los 6 euros cada uno. Muy recomendables también los Edding 330 o grosor superior. En este punto evita utilizar rotuladores marcadores como los Stabilo fluorescentes, el motivo es simplemente que son de uso muy común. Estoy deseando probar los Sharpie. Los soportes, cartón pluma, muy bueno para presentarlo una vez finalizado, pero muy caro. También se puede utilizar cartulina blanca de gran tamaño o papel continuo blanco. Las pizarras de rotuladores que se borran, es mejor dejarlas para las sesiones participativas.
Una vez se termina la intervención, los paneles dibujados se quedan expuestos para que el público las pueda consultar o bien se puede hacer un resumen con una lectura de las imágenes.
Después de la sesión, el aspecto que más puede rentabilizar esta forma de presentar en trascendencia, es el siguiente. Saca unas fotografías, límpialas con algo de edición de photoshop y compártelas. Haz que tu presentación no se quede en la sala. Publica en diferentes social media los resultados, los vídeos, todo aquello que quieras compartir. Haz las cosas de un modo distinto y cuidado. Aprende y enseña.
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El papel del dibujante en una ponencia. |