viernes, 6 de mayo de 2011
Graphic Recording en presentaciones, inclinar la balanza.
Hay mucho escrito sobre cómo se prepara una buena presentación. Están las formulas de Guy Kawasaky con su norma 10-20-30; 10 diapositivas, 20 minutos de presentación, 30 tamaño de la fuente para escribir lo justo.
También están las presentaciones Zen de Garr Reinolds en las que lo que cuenta es un mensaje visual y directo, sin literatura pero con mucha interpretación. En ellas como en las de Steve Jobs el dominio de los tiempos es fundamental, la respiración, el pulso... cuenta mucho la capacidad del ponente. A todos los que nos gusta presentar, bichos raros por otra parte, nos gustaría hacerlo tan bien como estos que menciono, pero no siempre es posible. Tampoco esta todo perdido, he visto muchas charlas de TED de gran difusión con ponentes bastante flojos.
Muchas presentaciones son aburridas y consiguen que la audiencia se duerma o se ponga a otra cosa dejando de lado toda atención. Lo que se puede hacer con el tema que ocupa este blog es dibujar, claro. Yo "a mi libro"...
Cuando uno presenta una idea a un cliente, hay muchas formas de hacerlo y si de lo que se trata es de sorprender, cada día es mas difícil conseguirlo.
Siempre están las diapositivas, los vídeos que ayudan a cambiar el ritmo de la atención de la dinámica, los textos compuestos como un cartel gráfico. Todos los recursos son pocos. Cuanto mas especializada sea nuestra audiencia, más complejo seducirla.
Para seducir en una presentación hoy en día, hay que dejar participar al oyente. Estamos acostumbrados a soltar nuestro tema, y esperar a la rueda de preguntas, y eso no esta mal pero ¿se puede involucrar al público? se puede hacer que se quede con hambre de más? que se quede con una buena sensación de lo que es trabajar con nosotros? Si.
Se trata de dibujar en la presentación, como hemos visto en otros post de este blog, pero introduciendo una novedad definitiva, el graphic facilitator. Este es el que ayuda a pensar a un colectivo con su trabajo insitu.
No solo se dibuja la presentación a la vez que esta se desarrolla, si no que también dibujará después las preguntas y respuestas o comentarios de las personas a las que se les ha presentado el tema. Las dudas o aportaciones se presentarán como ideas gráficas clave, para darles relevancia. Si uno hace una pregunta sobre el producto en cuestión, el dibujante recreará la idea dibujando del entorno, la composición de lugar o el uso del producto por los futuros clientes.
En el momento en que el oyente ve que alguien del equipo de presentación produce algo con su aportación, lo representa, lo trata de entender y hacer una idea común, entra en sintonía con el equipo. Lo que era una presentación, se transforma de nuevo en una experiencia de trabajo compartida. Si el cliente tiene que tomar una decisión, parte de la experiencia.
El resultado de la reunión se lo queda el cliente y será nuestra ancla en su entorno físico. Si un cliente llega a si despacho un día después de la reunión con nosotros y encuentra ese panel de dibujos, le será fácil revisar los conceptos, e incluso puede abrir más posibilidad de negocio con nosotros gracias a que es una dinámica abierta.
Normalmente se recomienda dejar una versión de la presentación para que se revise. De este modo lo que dejas es un recordatorio que el cliente se puede llevar a una sala con su equipo para darle una vuelta y lo mas importante de todo. Ayudar en la toma de decisión.
Y como recomendación local en el caso de las presentaciones, os aconsejo seguir a @artepresentar que no para de compartir via twitter, todo tipo de recomendaciones sobre el tema. Muy interesante.
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